En mis sueños.

Caminaba tranquilo, decidí ir por un helado. Era un sueño común, no veía nada diferente, quizás era porque no sabía que soñaba. Me senté a disfrutar de él. Cuando la vi; Era una silueta, era el contorno más lindo de una figura, estaba de espaldas, luego de perfil. Le soltaba un dulce hilo de color claro; largo hasta su espalda, sedoso; para mi vista, perfecto. La cabeza descubierta y sin adornos, no hacía falta nada más que su hermoso brillo. Fue una conexión a primera vista; volteó a mirarme, sabía que le miraba. Sonrió, era un gesto de alegría, quizás el placer de mi mirar hacia ella. Curvando la boca hacia arriba, a mi vista, perfecto. Se acerco a mí sin ninguna pena, aunque yo la tenía, le miraba sin importarme nada más que la hermosa vista que tenía en frente. Mi deseo era escuchar su voz, expulsó su aire por los pulmones e hizo vibrar sus cuerdas vocales con su voz angelical. Me dijo que ella había volteado a verme primero. Le respondí que yo había durado más tiempo viéndole. Sí, era una conexión tan perfecta como toda su descripción. Jamás lo había hecho nunca, pero tenía que pedirle volverla a ver algún día. Me dijo que no sabía quien era, pero que no sentía que estaba mal aceptarme mi propuesta. Sabía que sentía lo mismo que yo y eso me tenía de cabeza. Fue un instante, una mirada, unas palabras y.. Decidimos acercarnos más. Esta vez salimos los dos por un helado, sí, empezó a hablarme de sus gustos. ¡Rayos! ¡Eran los míos! Quería hablarle de lo que sentía, pero no sabía como se lo tomaría, quería preguntarle si sintió lo mismo que yo al verme. Ella se adelantó y me dijo que nunca había pasado por éste momento tan grato y raro a la misma vez. No sé qué pasó, dijo. Le respondí que yo tampoco, pero me gustó sentir eso, aunque empezaba a entender porqué.

 ¿Hablas de la conexión mutua? - Me preguntó.  Le respondí que sí, y más que eso.

 Es como sí te conociera desde hace mucho - Me dijo.


 También sentí eso, también sentí como que eres perfecta para mi. - Respondí.

 No sé si decirte que estás loco o que estoy loca por sentir lo mismo.

 Ésto es extraño - le dije.

 Me gusta todo lo que no sé de ti, y lo poco que sé - alegó.

Tuve que hacerlo, la besé sin preguntarle nada, tenía que hacerlo, ésto no me había ocurrido nunca, ella sentía lo mismo. ¡Rayos!

Ella complementó el beso, fue lindo, tan perfecto como dos enamorados besándose, como si el mundo fuese a acabarse hoy. Era la conexión de dos personas a través de una mirada, un gusto, unas palabras. Conexión de mentes abiertas, de pensamientos mutuos, de corazones fuertes, de amantes con locura.
 ¿Qué estamos haciendo? - Preguntó

 Lo que sentimos. - Respondí. 




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