Recordarnos.

Aunque te estés yendo, aunque ya te vayas. Aunque se nos haya acabo la manía de amarnos como locos.  Nos recuerdo. Como el primer día en que supimos qué había entre nosotros. Que sentíamos al vernos, que sentiríamos mañana. Que bonito es recordar los besos que venían una y otra vez por cualquiera de nuestras estupideces juntos, por cualquier juego mutuo: cualquier mordisco; cualquier pellizco; cualquier burla. Nos recuerdo como los días de lluvia en momentos de calor. Como los postres después de una comida. Como el café con un cigarrillo. Como el primer capítulo de un libro que es perfecto y no puedes dejar de leer. 
Me cansé de recordar que era feliz. Que me faltan tantas cosas que tenía. Que me faltas tú, a quien más quería. Que si no sientes lo que siento, jamás sentirás lo que te digo. Recordaré cada beso, cada risa, cada mirada, porque es lo único que me queda por hacer. 

Pasearte por tu cabeza un día completo, sabiendo que nunca te sentirás completo. Que nadie te querrá como tú lo haces, que cada quién quiere a su manera, cada quien hace de una situación dependiendo de qué tan agradecida sea por lo recibido. Como dije en un tweet:



Recuerdan son los que agradecen lo que reciben en silencio, los que ven perfecto, algo que para muchos es cualquier cosa. Que los detalles son grandes cosas y las grandes cosas son más que detalles.

Comentarios